Etapa que comienza a los 9 años y culmina a los 12 años, y está destinada a introducir a los niños de manera orgánica en la vida de la Iglesia, a través de una catequesis y una vida sacramental que les comunique la alegría de ser Testigos de Cristo, presentando la vida de San Francisco de Asís y ayudándoles a ir descubriéndolo como un modelo de vida a seguir.
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